Felicidades guapaaaa.... y nosotras que creíamos que por poco y no lo lográbamos.
Llegó el momento que tanto esperábamos, pero también que tanto miedo e incertidumbre nos trajo estos últimos meses, no es fácil saber que pasará después de terminar la Universidad, independizarse, tener un trabajo, papá y mamá ya no nos salvarán de las deudas recuérdalo.
Ha sido un camino largo, uno muy largo, no cualquiera déjame decirte, ¿cuántos? ¿5 años? ¿siete? Sí siete, nuestro número favorito, bueno es solo casualidad, descuida.
Siete porque nos animamos a tomar otro camino y este largo camino nos ha traído grandes experiencias, sabemos que llegó el momento de volver a nacer independizada, en toda la extensión de la palabra.
Recuerdo cuando escogimos la carrera, con apenas 18 años, ¿quién dice que a esa edad estamos seguros de lo que queremos? bueno si muchos sí, otros no, pero no pasa nada, cambiamos y a tiempo, deseábamos en el alma que fuera la carrera correcta, pero todos se equivocan y esa equivocación nos tiene aquí.
Finalmente, te recuerdo una vez más que fuimos muy valientes aquella vez al enfrentarnos a la realidad, irnos de Tijuana, trabajar y comenzar digamos un poco de cero, déjame decirte que me siento muy orgullosa de ti, a lo largo de esos años viajamos, estudiamos, conocimos, nos equivocamos, nos perdimos, flojeamos, lloramos, nos estresamos, conocimos nuevas personas, probablemente se te estén pasando uno que otro nombre sobre estas líneas... Lo sé teníamos miedo de perder a aquellos que dejamos a varios kilómetros de distancia, y si es éste el día en que nos graduamos, uno de muchos días importantes en nuestra vida donde se presenta un nuevo comienzo y aquellos amigos que dejamos en esa bella Ciudad no están, no estés triste, porque estas con quienes merecen estar ahí con nosotras en un momento irrepetible.
Sea lo que sea, me siento muy orgullosa de en quién nos hemos convertido a lo largo de estos 7 años, en donde tú y to sabemos que cambio todo, para bien siempre para bien, y estoy muy agradecida con Dios porque sin él no lo hubiéramos logrado, lejos de nuestros hermanos, de papá y de mamá, de nuestros amigos, tantas noches llorando, tantas veces que te escuche diciendo que ya no podías, pero aquí estamos, mírate al espejo por favor y recuerda: SIEMPRE termina lo que comienzas, no importa lo que cueste, no seas mediocre, todos tenemos la capacidad, solo que no la vemos.
Y si sigue en pie Canadá, España, Australia, o lo que sea que Dios tenga preparado para ti no tengas miedo que él ya lo tiene hecho por ti.
Te quiero y espero con ansias volver a escribirte.