Espero me perdone por no haber tenido el valor que requiere una buena despedida.
Nunca pensé que le escribiría una carta a usted, a la mamá de mi ex, sin embargo, me parece que es necesaria.
Tengo tanto que agradecerle, comenzaré dándole las gracias por esos 3 - 4 años en los que me acogieron y arroparon como un miembro más de la familia, quizás nunca lo dije, pero siempre me hicieron sentir en casa, sobretodo usted y desde el fondo de mi corazón gracias. En ustedes encontré una segunda madre, un padre, hermanas (os), una abuelita, incluso encontré otras mascotas, y con cada uno de ustedes mucho amor. Me enseñaron mucho más de lo que en su momento pensé, me enseñaron que se puede tener una segunda familia y quererla como la propia, estoy segura que no saben la repercusión que tuvo cada miembro de su familia en mi vida, más que nada usted suegra.
Quiero agradecerle, porque así como hizo de él una gran persona y hombre, aún con todos los errores que el cometió, siento que también usted me influenció con sus ideas y fortalezas, y aunque nuestra relación terminó, creo que debe saber que en cierta parte gracias a eso es que ahora tengo una gran relación con mi madre, pero también gracias a esta experiencia soy la mujer en la que me he convertido al día de hoy.
Gracias por haber estado ahí siempre, por haberme llevado con ustedes esas semanas santas, por esas navidades y por los años nuevos, uno en especial en el que ya no nos dejó salir después de la cena, por los cumpleaños, también el mío, por llevarnos a comprar todo lo que necesitábamos para mi graduación y la de su hija, mi ex mejor amiga, por ayudarme a escoger esos hermosos tacones, por invitarme cada domingo a los desayunos fuera de casa, por enviarme dinero con mi ex cuñado para que pudiera ir un fin de semana a casa, gracias por confiar en mí y contarme sus problemas, por dejarme cuidar de la pequeña de la casa, por invitarme a ir de compras a San Diego, por las veces que lo regañó por dejarme en casa, por el regalo del día de la graduación, por llevarnos a celebrar el día de las madres y el cumpleaños de él aquella vez en P.M, porque siempre estuvo dispuesta a escuchar las dos partes y nunca se puso a favor de ninguno, por dejarme dormir y vivir en su casa, por perdonarme por lo que él y yo hicimos, por los abrazos, los consejos, incluso los muchos retos que me puso, por siempre hablarme sin miedo y con la verdad, por esa y muchas cosas más, la llevo grabada en mi corazón como mi segunda mamá.
Sin usted mi vida no hubiese sido la misma, sin usted no hubiese tenido a esa segunda mamá orgullosa, ni al amor de mi vida, por eso, realmente necesito darle las gracias y pedirle perdón, eran los primeros años de la juventud, mi inmadurez y falta de experiencia, excusas quizás, pero usted se merecía más que un simple adiós, y no lo hice, simplemente desaparecí, sin dejar rastro y sé que eso los lastimó, quizás mas usted que a los demás.
Espero entienda que no fue fácil para mí, tuve que guardar mi sufrimiento, no se lo dijimos a nadie porque era un acuerdo entre los dos, en lo que pasaban algunos eventos importantes, teníamos que guardar las apariencias. Fueron muchas noches sin poder dormir, y aunque estaba presente en muchos sitios nada me consolaba, ni siquiera el hecho de guardar el secreto por un tiempo.
Sí, parecía que mi vida estaba acabada, destrozada, irreparable, tanto que invertí mucho de mi tiempo en reorganizar cada momento en mi mente y recordarlos cada día que pasaba para sanar. Debe saber que si ustedes seguían en mi vida solo me recordaría a él, recordaría el dolor, los buenos momentos que pasé con ustedes y de los que definitivamente ya no podía ser parte, porque debían pertenecer más adelante a alguien más.
Aunque no haya sido mi elección, perdón por todas las invitaciones que rechacé y por todas las que acepté, estar con ustedes me dejaba más que claro que ya no era parte de su familia, sin importar lo que hicieran, alguien ya me había puesto el título de la ex, y otra persona era quien debía recibir el cariño que yo estaba tomando aún. Pero puedo asegurarle que fue lo mejor que he hecho en mi vida, necesitaba sanar y comenzar de nuevo, en otra ciudad, en otro entorno, en otros aires, en otra vida, necesitaba olvidar, ustedes y todo en esa ciudad me arrastraban, tuve que dejarlo todo, a ustedes, a mis amigos, a la ciudad, a mi pasado y eso me destrozó aún más, pero al mismo tiempo fue lo más liberador en mi corazón, en mi mente y en mi alma.
Han pasado 5 años, las cosas ahora son diferentes, le quiero decir que volví a sonreír, que ha habido altibajos, que no todo es color de rosa, pero que Dios me ha cumplido varios sueños, muchos de los cuales incluían a su hijo, pero que Dios decidió regalarme para mí sola. He madurado y la vida parece más fácil que antes y siento que no puedo ni quiero detenerme, y aunque de vez en cuando me acuerdo de ustedes porque aún sigo queriendo a su hijo, sí, por absurdo que parezca, aún siento mariposas en el estómago cada que veo fotos de él, después de todos estos años hace 3 meses me habló, ahí me di cuenta que sigue siendo el amor de mi vida, sin embargo cada quien tomo caminos diferentes aunque siempre permanecerá como huella en mi piel, de esas que no se borran nunca, y aunque yo no he vuelto encontrar el amor, ese tercer amor, la felicidad experimentó conmigo de otra manera, realmente me ha enseñado a disfrutar la soledad y me ha ofrecido el lujo de poder escoger con tiempo a mi compañero de vida, de salir, viajar y conocer gente, de no conformarme con menos de lo que merezco, sólo por el simple hecho de no querer estar “sola”.
Simplemente no me puedo quejar, ahora estoy bien y sé que a usted le gustaría saberlo. No vengo con esta carta para ser parte de ustedes de nuevo, sé que si decidiera regresar me recibirían con el mismo amor y cariño de siempre, pero todos hemos cambiado, yo misma he cambiado, ya no soy aquella niña que conocieron. Dejarlos a ustedes, a mis amigos, a mi ciudad favorita, fue un gran riesgo que me atreví a tomar, porque al dejarme él, también su familia debía hacerlo, aunque me sujetara con todas mis fuerzas.
Gracias por quererme como siempre decía como: una segunda hija.
Les deseo una hermosa vida, con cariño I.